Viendo que el tiempo había mejorado, pasamos por Huinganco a saludar a nuestros amigos Cirilo y Ester porque ya nos íbamos. Sin embargo en el camino se nos ocurrió volver a intentar subir hasta la laguna que tiene el cerro Corona. En el camino nos encontramos con tres caminantes que venían bajando y nos dijeron que siguieramos el arroyo y que tuvieramos cuidado con el puma. Mas arriba nos encontramos con unas huellas en la nieve que eran bastante grandes, era cierto lo del puma. Continuamos nuestra subida por la orilla del arroyo pero en algunos sectores la nieve no la podíamos pasar, nos hundíamos mas de un metro. Dado que era muy dificil encontrar el camino, decidimos regresar. Se hizo de noche enseguida y tuvimos que acampar en el bosque. Fue una noche complicada porque no pudimos dormir por el frío y pensando en el puma (no el cantante, ja ja).
